Las ventajas del agua descalcificada
El agua descalcificada tiene muchos beneficios para nuestra salud y nuestra economía doméstica. La mayoría de las personas no son conscientes de los inconvenientes que tiene no contar con agua descalcificada en casa, ya que han vivido toda la vida con un agua excesivamente calcárea y no se dan cuenta del daño que un exceso de cal ocasiones en nuestra salud y en nuestro bolsillo. El agua descalcificada supone, en resumen, menos averías en determinados electrodomésticos, menor consumo energético y de detergentes, mayor calidad en la limpieza, ropa más limpia y suave, y piel más sana.
Algunos beneficios del agua descalcificada son más evidentes que otros, pero podemos asegurar sin riesgo a equivocarnos que el electrodoméstico que más sufre las consecuencias del agua excesivamente calcárea es, sin duda, la lavadora. La cal del agua se incrusta poco a poco en las partes mecánicas de la lavadora hasta averiarla. El agua descalcificada alarga la vida de la lavadora mucho más allá de lo habitual, con lo que nos ahorraremos una gran cantidad de dinero en las costosas reparaciones.
Con agua descalcificada usarás menos jabón y detergentes.
Pero más allá de las incrustaciones de cal, las grandes ventajas del agua descalcificada están en la reducción de la dosis de detergentes y de suavizantes. Basta con mirar la información que los fabricantes de jabones para la ropa ofrecen en las etiquetas. Si en tu casa tienes agua descalcificada, podrás utilizar la mitad de detergente o de suavizante para obtener el mismo poder de limpieza. Por tanto si instalas un descalcificador en casa empezarás a ahorrar desde la primera lavada, ya que cuando vayas a comprar detergentes o suavizantes al supermercado tendrás la certeza de que te van a durar el doble de lo anterior.
El agua descalcificada es también mucho más respetuosa con las fibras de algodón u otros materiales en el proceso de lavado. No sólo reduciremos la cantidad de jabón sino que el proceso de limpieza será mucho más efectivo, especialmente en la ropa blanca. Según varios estudios, si usamos agua descalcificada la ropa durará de media un 15% más de tiempo, lo cual es una gran ventaja para nuestro bolsillo.
Otro electrodoméstico que sufre mucho las consecuencias de un agua excesivamente calcárea es el lavavajillas. Si no tenemos agua descalcificada, la cal del agua se va acumulando en las piezas básicas del electrodoméstico, y se producen averías que son muy costosas de reparar. Por otro lado, veremos que cuando tengamos el agua descalcificada, cuando lavamos los vasos o las copas no quedan rastros blancos ocasionados por el exceso de cal. De la misma manera que ocurre con la lavadora, si tenemos agua descalcificada no tendremos que poner pastillas ni usar la dosis máxima de detergente o de abrillantador, ya que nuestra agua potenciará la acción de los jabones.
Con el agua descalcificada ahorrarás dinero en tu factura del agua, luz y gas.
La cal del agua se va acumulando poco a poco, casi sin darnos cuenta, pero al cabo de unos meses o años la capa de cal que se deposita especialmente en las tuberías o en los calentadores puede llegar a ser de hasta varios centímetros. En las ciudades que cuentan con un agua muy dura, en especial en aquellos municipios o pueblos de la cuenca mediterránea, es conveniente cambiar las tuberías cada diez o veinte años, ya que la cal del agua deteriora mucho el estado de las mismas. Si instalamos un equipo de descalcificación, el agua limpia y libre de cal limpiará, por sí sola, la acumulación de cal que se ha producido al cabo de unos pocos meses.
El agua descalcificada es también buena para alargar la vida de los grifos. Verá que con el agua limpia no se forman películas de cal ni se obstruyen los grifos. Un importante ahorro se produce también en el uso del calentador, ya que el agua descalcificada tarda bastante menos en hervir que el agua dura.
Pero otra de las grandes ventajas del agua descalcificada es que es mucho mejor para nuestra salud. El exceso de cal está vinculado a muchas enfermedades no sólo a nivel interno sino también a nivel externo. Notarás los beneficios del agua descalcificada en tu piel desde el primer momento, ya que verás que es mucho más suave al lavarte las manos. Pero sobretodo comprobarás sus ventajas al bañarte, ya que la piel se volverá mucho más suave, casi como por arte magia.
Agua descalcificada, buena para tu salud y para el medio ambiente.
Hay personas que sufren de dermatitis atópica, y uno de los factores que contribuyen a los picores molestos es precisamente un agua demasiado calcárea. Con el agua descalcificada la ducha resultará mucho más placentera y agradable. Con un agua sin cal aliviamos también el malestar que causa la caspa. El agua descalcificada contribuye a que tengamos un pelo más brillante usando menos jabón y menos cosméticos.
Mucho del tiempo que pasamos limpiando la casa podríamos ahorrarlo y dedicarlo a otros fines si dispusiéramos de agua descalcificada. La cal se deposita en los lavabos, en los platos de ducha, en las paredes, en los fregaderos que tenemos distribuidos por toda la casa, y tenemos que estar frotando y frotando hasta eliminar las manchas, usando muchos detergentes. Si tuviéramos en casa agua descalcificada veríamos como la mayoría de las manchas ni siquiera llegarían a producirse, y las pocas que hubieran las eliminaríamos con una sola pasada del trapo.
Además de todas las ventajas anteriormente señaladas, hay otra que es muy obvia: por pura responsabilidad con el medio ambiente y con nuestro entorno, no deberíamos dudar ni un instante en instalar en casa un equipo de descalcificación. El agua descalcificada nos evita usar detergentes y jabones en dosis elevadas que son muy agresivos con el medio ambiente, ya sea en su proceso de fabricación, distribución o uso. Como ve, el agua descalcificada tiene muchas ventajas no sólo para su economía sino también para su salud y para el medio ambiente. Invertir en un equipo de descalcificación redunda no sólo en su interés particular sino en el de todo el planeta.